Era la clásica chica de aspecto angelical: rizos rubios, casi blancos, ojazos azul celestes y pestañas de infarto.
Si supieran toda la mierda que llevaba dentro…Era la clásica chica capaz de provocar un incendio, una masacre y una orgia en una noche. Y a la mañana siguiente sus compañeros de juerga la defenderían con desprecio, alegando que una santita mojigata de ese calibre no puede ni beberse un vaso de cerveza sin alcohol sin remordimientos de conciencia.
Y así pues, el día que ella desapareció todos se extrañaron muchísimo. Aún más les sorprendió el bicho que ocupo el lugar que dejo la muñequita. Pelo corto y revuelto por delante, largo y perfectamente liso detrás. Patillas rapadas, piercing labial y sonrisa malévola.
Ella me encanta. Y lo mejor es que se encanta a sí misma.
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